A estas horas al otro lado del charco se estarán preparando para celebrar el Día de Acción de Gracias, una fiesta que empieza a despuntar de forma tímida por aquí a pesar de que su
origen histórico -no exento de polémica- nos toca más bien poco. Pero está bien eso de dar gracias; yo lo hago constantemente, aunque no sea con palabras ni con celebraciones. Y hoy, que he cumplido treintaydos años, es mi particular Día de Acción de Gracias.
Hace poco, mientras esperaba el autobús, las señoras que estaban a mi lado hablaban de una chica del pueblo que había fallecido meses atrás, de repente y con sólo veintidós años, y en el trayecto no dejé de darle vueltas a todas aquellas veces que he pensado que no estaba haciendo nada emocionante con mi vida, que no había vivido grandes experiencias, que no había conseguido cosas importantes. Y me di cuenta de que, independientemente de lo que pasara de ahí en adelante, yo ya había tenido la posibilidad de vivir diez años más que ella, y cada minúsculo acontecimiento sucedido en esos diez años ya eran todo un privilegio. Me he enamorado, he comenzado a crear un hogar, me he reído hasta casi no poder respirar, he hecho grandes, grandísimos amigos nuevos, he visto a mi hermano casarse con alguien que es como mi hermana y a mi amiga de toda la vida ser madre, me he hecho de todo en el pelo, he aprendido a tejer, he encontrado dos trabajos maravillosos con los que no me haré rica, he bailado prácticamente rozando la danza africana; entre otras miles y miles de cosas. También he llorado a mares, me he frustrado, he tenido trabajos horribles, me he enfadado y he querido lanzar jarrones, pero ha sido precisamente en esas ocasiones cuando más he aprendido.
A veces tenemos la impresión de que nuestra vida no empieza, pero la tenemos aquí, ahora mismo. Yo hoy he vivido cosas importantes, como pasar el día con las personas que quiero y recibir una enorme tarjeta hecha por los niños del Aula Matinal.
Si hasta me han dibujado mi moño desastroso, los pendientes de hojas que siempre llevo y el piercing de la nariz, ¡me los como!
Feliz Día de Acción de Gracias, cada día.