Ya había compartido alguna foto de ellos por aquí, pero ahora puedo enseñároslos con más detalle: los nuevos miniamigos vienen llenos de bordaditos y con una cinta trasera más cómoda de manejar para las manitas pequeñas.
Me siento cómoda dibujando con hilos, más que con lápices. El bordado fue mi primer acercamiento a la aguja, cuando mi madre me hacía dibujos para que yo los repasara en el bastidor de mi abuela; eran bastante sencillos pero llevaban su rato, y como yo era una niña muuuy tranquila me entretenía un montón. A ver si busco esos retalitos y hago algo bonito con ellos.
Ardilla ha sido muy rápida y ya se está preparando para volar hacia Canadá y reunirse con otras criaturas supercursi que ya viven allí, ¡eso me pone muy contenta! Que confíen en ti una vez es genial, pero que repitan y tripitan ya es el recopetín.
Si queréis saber más de ellos, ya están brincando
aquí.
Muchas gracias por vuestras palabras para Piña y Cereza, me he divertido mucho cosiéndolas y me alegra que os gusten. Pronto os enseñaré más miniamigos bordados, algunos especiales para Halloween (ya tardaba en sacar el tema, que en dos semanas empiezo a decorar la casa así vaya en chanclas y tirantes) y otras ideas a las que ando dando vueltas, ¡buenas noches y que tengáis un fantástico último findesemana de Verano!